Dentro de la tradición marinera de Salobreña, el pulpo es uno de los platos más típicos y emblemáticos, hasta el punto de que puede encontrarse en prácticamente todos los restaurantes del municipio. Más allá de la popular versión ‘a la gallega’, se sirve en diversas modalidades, aunque la receta más autóctona es sin duda la del ‘pulpo a la salobreñera’.
Pero no solo la forma de elaborarlo es particular de la localidad, sino también el propio producto, que se pesca en las mismas aguas que bañan a la Villa. La pesca del pulpo en la costa de Granada es una de las actividades más ancestrales del sector pesquero local y abastece a los restaurantes y chiringuitos de la comarca, que lo adquieren fresco en la lonja de Motril. Y es que cada madrugada parten distintos barcos del puerto pesquero para recorrer los cerca de 750 caladeros del litoral provincial en busca de estos preciados cefalópodos mediante artes de pesca tradicionales.
Tan artesanal es el método, que lejos de utilizar modernos artilugios la mayoría de los pescadores de la zona elaboran sus trampas adaptando elementos caseros como bidones, cubas, macetas de plástico y otros recipientes de tamaño similar, de forma que el pulpo se introduce en ellos y queda atrapado, sin poder salir. Estos botes están unidos a una boya flotante a través de cabos que el pescador hace emerger mediante un mecanismo de poleas y, tras comprobar uno a uno si contienen alguna presa, son lanzados nuevamente a la mar a la espera de una captura futura. Una vez en la embarcación, los pulpos son introducidos en cubas de mayor tamaño, aunque adaptadas especialmente para evitar su escape, pues pueden llegar a ser muy ágiles para desplazarse por la cubierta del barco valiéndose de sus tentáculos.
Una vez pescado el pulpo, es hora de cocinarlo. Los establecimientos de hostelería de toda la Costa Tropical, y en especial de Salobreña, disponen de variadas recetas, algunas con una identidad especial, que incluso vienen recogidas en guías gastronómicas nacionales que recomiendan el pulpo en salsa; los espetos de pulpo, que llaman la atención de los visitantes al cocinarse a la brasa en la misma playa a lo largo de varias horas; o el pulpo asado, que se prepara con ajo picado, perejil y aceite de oliva, acompañado con alioli al gusto.
Pero la estrella es sin dudas el pulpo a la salobreñera, una especialidad de ciertos restaurantes que consiste en un aliño a base de tomate maduro, cebolla, pimentón dulce, ajo, aceite de oliva, pimienta, orégano y laurel. Para la elaboración de la salsa se utiliza también vino y ginebra, dando lugar a un plato que suele presentarse en cazuela de barro acompañado con costrones de pan frito. Un manjar que solo se puede disfrutar visitando alguno de los establecimientos de Salobreña que lo elaboran.
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